¿ATACAR GUAM? CARTA ABIERTA A KIM III, REY DE COREA SEPTENTRIONAL

Muy Señor mío:

Ha llegado a mis oídos que, si los gringos le molestan durante su sagrada siesta, Su Majestad responderá lanzando unos cuantos pepinazos contra las bases militares que esos provocadores cristianos mantienen en la isla de Guam. No voy a entrar en los aspectos políticos de esta hipotética guerra pero sí en los militares y, dentro dellos, sólo sobre la selección de los objetivos a destruir en Guam. Como es bien sabido, su arsenal no es infinito razón por la cual, su reyno –y cualquier otro reyno o imperio-, debe apuntar bien aunque sólo sea para no desperdiciar la pólvora del rey. Entienda, por tanto, las siguientes líneas como mi modesta contribución a que sus misiles lleguen a buen puerto. Dicho lo cual, añado que mis consejos  no pueden entenderse como traición a ninguna de los contendientes sino como lo que realmente son: una minúscula contribución a la deportividad que debe presidir la guerra moderna.

Info básica sobre Guam

Guam es una isla del tamaño de Ibiza poblada actualmente por algo más de 170.000 habitantes. Durante tres siglos, fue colonia española. Ahora, está anexionada a los EEUU desde que, en 1898, el crucero gringo Charleston se apoderara de la isla -el invicto y glorioso Ejército español se rindió sin disparar un solo tiro-. Pero, sobre todo, desde que el Almirante Alfred T. Mahan diseñara un proyecto expansionista para aprovechar permanentemente su posición estratégica.

Antes de las invasiones, Guam estaba habitada por los antiguos Chamorri. Estos indígenas micronesios se organizaban en linajes matrilineales que, a su vez, se subdividían en los matao o casta superior; los guerreros y pescadores chamorri de la costa que les seguían en jerarquía; y, por último, los manachang o labradores del interior.

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El matao, con sombrero y féminas; a la izquierda, el soldado chamorri -tan vago como el jefe- y, por doquier, los encorvados manachang

La propiedad se organizaba en torno a estos clanes y castas y, si bien existían algunas formas de propiedad privada, prevalecía la costumbre de tomar del vecino lo que se necesitara muchas veces sin siquiera pedirlo, lo que provocó una serie de enfrentamientos con los primeros exploradores y por eso durante algún tiempo el archipiélago de Las Marianas al que pertenece Guam fue conocido como las Islas de los Ladrones.

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Las piedras lattes, otrora abundantes

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Foto de cuando ya no eran tan abundantes

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Hoy, jibarizadas para el turismo

Podemos olvidar el insulto –“cree el ladrón que todos son de su condición”- pero nunca caeremos en la trampa de la propaganda imperialista española, esa patraña dictada para convencer al mundo de que la Invasión de Guam fue pacífica porque nada más lejos de la realidad –aunque igual podría achacarse al resto de las potencias europeas, la Leyenda Negra se queda corta-. Desde el principio (Magallanes 1521), el terrorismo presidió la ‘apropiación indebida’ de la isla. Por ejemplo: en la expedición de García Jofre de Loaysa (1526), once chamorros fueron secuestrados y aherrojados a las bombas de achique del galeón.

En 1565, Legazpi continuó la exploración punitiva y luego siguió siglo y medio en el que los invasores se limitaron a recalar esporádicamente en Guam… hasta que comenzó la colonización anunciada por la evangelización. La resistencia de los chamorro tuvo que llegar a la violencia puesto que donde las dan, las toman. Así, en 1670 fue ajusticiado el misionero malagueño Luis de Medina SJ y, dos años después, tan drástica medida tuvo que serle aplicada a su colega burgalés Diego Luis de San Vítores SJ, beatificado en el año 1985. Puesto que ambos actos de suicida resistencia justiciera marcan la entrada de Guam en el universo mundo, detengámonos en el segundo caso.

5 Beato Diego Luis de San Sanvitores-
San Vítores SJ, en un retrato muy favorecedor

Para propagandear sus diabólicos designios, San Vítores utilizó los argumentos habituales. A saber: los indígenas guameños no tenían ídolos ni religión, ni veneraban al Sol ni a la Luna. Sólo invocaban a sus muertos lo cual, a los ojos de este jesuita, demostraba que conocían la inmortalidad del alma por lo que no debía molestarles la introducción de la fe cristiana. Además, todo ello demostraba la pureza del alma indígena –que, dicho sea de paso, no había sido contaminada por la cercanía de los mahométicos-. Sin embargo, San Vítores demostró la verdadera ralea de su alma cuando quemó vivo a un judío; no contento con obligar a los chamorro a contemplar el poder del Cristianismo, se empeñó en ‘convencer’ al relapso de que debía arrepentirse. Y, si creemos a sus hagiógrafos, lo consiguió puesto que el reo murió ‘convertido’, abrasado pero camino del Paraíso católico.

Naturalmente, ninguno de estos datos aparece en Wikipedia, ocasión que aprovechamos para detenernos en el análisis de esta enciclopedia.

El perverso proselitismo de Wikipedia

Mil veces hemos escrito que la ubicua Wikipedia no es ni mejor ni peor que las antiguas enciclopedias en papel. Simplemente, es más profusa. Pero algunos de sus artículos o voces no son ecuánimes ni siquiera están bien documentados. Es el caso de la voz “Diego Luis de San Vitores”, ejemplo extremo de manipulación, subjetivismo y ausencia total del preceptivo  citation required. Analicemos su párrafo medular y fijémonos en los comentarios en distinta letra y entre corchetes:

“El misionero [San Vítores] llegó a Guam y visitó un pueblo llamado Hagatña, donde fue bien recibido y saludado por su jefe Kephua, cuya familia donó tierras [nadie en su sano juicio regala su bien más preciado –la tierra- a ningún recién llegado] para que se estableciera la primera misión católica en la isla [es decir, que el aguerrido jesuita se apropió del mejor lugar por la fuerza o por el comercio]. Después de la muerte de Kepuha en 1669 [después de exprimirle todas sus riquezas, ¿lo mataría el jesuita? No hubiera sido el primer caso…], las relaciones entre España y los jefes locales empeoraron [España estaba demasiado lejos y ni siquiera existía con tal nombre; los Chamorro sólo conocían a un puñado de colonos militares y a los misioneros. Aunque sea lo habitual, no está bien que la Iglesia se esconda detrás de la Patria], culminando en la guerra de 1671, liderada por el caudillo Hurao…

La resistencia en la zona aumentó, liderada por el sacerdote Makahnas y la sacerdotisa Kakahnas, ambos de la religión indígena [mentira por omisión: la gran sublevación chamorro, la de 1673-1678, fue posterior a estos hechos. Además, confunde el apelativo de los shamanes –macanas– con el nombre de un individuo que a saber si lo era]

Un chino llamado Choco [chino tenía que ser; el sempiterno recurso a Fumanchú y al ‘peligro amarillo’], un delincuente de Manila que se exilió en Guam [¿delincuente, por qué? No existe ninguna prueba de que Choco hubiera sido procesado ni en las Filipinas ni en Guam ni en ningún otro país], comenzó a propagar rumores de que el agua bautismal [culmen del proselitismo jesuítico: por si el lector necesita más referencias, un lexema tan corriente como ‘agua bautismal’ ha sido vinculado] utilizada por los misioneros era venenosa [recurrencia al mito del agua envenenada; por otra parte, el bautismo es venenoso para el alma]

Como algunos lactantes enfermizos que fueron bautizados murieron al poco tiempo, muchos creyeron la historia y maldecían a los misioneros responsables [lógica causal en cualquier cultura] Choco fue apoyado gustosamente por los macanjas (curanderos) y los urritaos (hombres jóvenes) que despreciaban a los misioneros [cuán cruel y poco atractiva sería la evangelización para que hasta los jóvenes, siempre ávidos de novedades, la despreciaran]

En su búsqueda de un compañero fugitivo llamado Esteban [no era compañero y su búsqueda era tipo “busca y captura, vivo o muerto”. Esteban Díaz fue un tagalo secuestrado en Filipinas por el jesuita y obligado a servirle en Guam], San Vítores y su compañero Pedro Calungsod [tampoco era ‘compañero’ sino algo más: Pedrito era un niño, un efebo, tagalo que le servía de monaguillo y para todo; beatificado] llegaron a la aldea de Tumón, Guam, el 2 de abril de 1672.

Allí se enteraron de que la esposa del jefe Mata’pang había dado a luz una hija, y San Vítores de inmediato fue a bautizar a la niña [léase, fue a exorcizarla y, de paso, a censarla para que su familia pagara las tasas y gabelas correspondientes al nacimiento] Influenciado por las calumnias de Choco, el jefe se opuso firmemente.

Para dar a Mata’pang un tiempo para calmarse [o sea, para que meditara las amenazas del jesuita], los misioneros reunieron a los niños y algunos adultos de la aldea en la orilla cercana y comenzaron a cantar con ellos los principios de la religión católica [forzados a sublevarse, los conversos cantan sus himnos de guerra] Invitaron a Mata’pang a unirse a ellos [versión micronésica del infame Requerimiento que anunciaba el ataque contra los amerindios], pero él gritó que estaba enojado con Dios y estaba harto de las enseñanzas cristianas [el cacique guameño tuvo la misma reacción que tuvieron los amerindios: desafiar al invasor]

Decidido a matar a los misioneros [el carro delante de los bueyes: ¿cómo se introdujo el cronista en el ánimo del cacique invadido? Este psicologismo o psicoanálisis por iluminación, insufrible desde la Lógica, se repetirá en lo que resta de narración], Mata’pang fue y trató de buscar ayuda de otro aldeano, llamado Hurao, que no era cristiano. Hurao se negó inicialmente, consciente de la bondad de los misioneros hacia los indígenas [Hurao llevaba un año en guerra abierta contra los jesuitas. Esta afirmación, absolutamente inverificable, es demasiado gratuita], pero cuando Mata’pang lo calificó de cobarde, se decidió a ayudarlo [¿Es verosímil que un cacique menor insultara a quien llevaba un año en abierta rebeldía?]

 Mientras tanto, durante esa breve ausencia de Mata’pang de su choza, San Vitores y Calungsod bautizaron a la niña, con el consentimiento de su madre cristiana [ya, seguro que fue un consentimiento libre, informado y vinculante…]

Cuando Mata’pang se enteró del bautismo de su hija, se puso aún más furioso [ante tamaña falta de respeto y de flagrante oportunismo, igual hubiera hecho toda la Humanidad] Primero arrojó lanzas contra Pedro, quien fue capaz de esquivarlas. Los testigos afirman que Calungsod pudo haber escapado al ataque, pero no quería dejar a San Vitores solo. Los que conocieron personalmente a Calungsod creían que podría haber derrotado a los agresores con armas [claro, era un efebo pero también un guerrero colosal], sin embargo San Vitores prohibió a sus compañeros llevar armas [una de las mayores mentiras de esta voz wikipédica: San Vítores iba armado y, gracias a ellas, pudo encarcelar a los renuentes guameños y hasta ejecutar a unos cuantos, incluyendo al colono judío antes mencionado]

Calungsod fue alcanzado en el pecho por una lanza y cayó al suelo, y luego Hurao cargó inmediatamente contra él y lo remató con un golpe de machete en la cabeza [pura fantasía evangelizadora para despertar el ansia tanática y martirial de los adolescentes. No hay ninguna prueba de que así ocurriera, incluyendo las declaraciones de los testigos, necesariamente interesadas y forzadas]

San Vitores absolvió a Calungsod antes de caer también asesinado [o los rebeldes eran muy lentos en el combate o el jesuita muy rápido en sus liturgias. Además, absolver, ¿de qué? ¿O es que absolvió al efebo de los pecados que arrastraba por su condición de servidor incondicional de su tonsurado dominatrix?]

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El efebo filipino a punto de ir al cielo. Sería beatificado en 2012

Mata’pang tomó el crucifijo de San Vitores y lo golpeó contra una piedra mientras blasfemaba contra Dios [¿blasfemó en chamorro, en latín o en castellano?] Ambos asesinos desnudaron los cadáveres de Calungsod y San Vitores [una propina de puro morbo ¡Cuánto disfrutan los evangelizadores con estos escabrosos detalles! El crucificado apenas cubierto con el paño de pureza bordea la pornografía pero en Guam optaron por añadirle la necrofilia] y ataron grandes piedras a sus pies, los llevaron al mar en sus canoas y los arrojaron al agua.”

7 by Edwin Moreno
No sabemos si Mata’pang está de frente o de espaldas, prueba terminante de que era el Diablo. Además, ¿los desnudó o no los desnudó? No puedo vivir con esa duda

De coloniaje en coloniaje

Durante el coloniaje español, por los combates entre los chamorros y los invasores y por las enfermedades exógenas, la población de la isla se redujo de 40.000 a menos de 5.000 indígenas, casi todos mujeres y niños. Obligada por tan brutal hecatombe, la antigua familia matrilineal chamorra se adaptó a la estructura cristiana, entendiéndola en un sentido amplio y no nuclear y se complementó con los llamados compares o pares -del castellano “compadre”, reminiscencias de las antiguas formas clánicas-.

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Las castas durante el coloniaje español

Asimismo, la llegada de mexicanos indígenas a las Marianas introdujo las lenguas indígenas a los chamorros. Entre ellas, el zapoteco, el mixteco y, principalmente, el náhuatl. Aunque más del 50% del vocabulario del idioma chamorro es de origen español, en el chamorro se pueden encontrar numerosos nahuatlismos. No sólo en los nombres de productos novohispanos que llegaron en esa época, como el metate (chamorro metati), cacahuate (kakaguati), y el chocolate (chukalati), sino también en el uso de algunas palabras. Por ejemplo: los niños chamorros juegan con el papalote en lugar de una cometa.

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El glorioso Ejército español, siempre acompañando a los chamorros muertos -a veces, desde antes de que murieran-.

A los españoles, les sucedieron los no menores invasores gringos. Hoy, de los 170,000 habitantes de la isla, solo 34% es chamorro y se dice que el último hispanohablante chamorro murió en 1986. Además, muchos Chamorros emigraron a los Estados Unidos estableciéndose en los barrios latinos de San Diego, Los Ángeles y San Francisco. Su actual gobernador se llama Eddie Baza Calvo y es sucesor de Felix Perez Camacho, siendo ambos guameños de pro, como delatan sus nombres.

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Año 1991: enésima protesta chamorro
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Kim el Tercero: por favor, no apunte a estos dos últimos sino a Otros. Gracias por anticipado

Sugerencias para el rey Kim III

Estoy seguro de que Su Majestad ya sabe con estas infos ilustradas por impecables documentos gráficos hacia dónde debe apuntar sus misiles. Conocida por todo el universo su magnanimidad, estoy seguro de que atacará allá donde sea menor la población chamorro y donde sean mayores las injurias a estos indígenas. Descartando por obvias las bases militares gringas, le sugiero que apunte a los monumentos y sitios sacros que -¡todavía!- recuerdan al genocida San Vítores SJ, fácil tarea porque su ubicación está detallada en los Heritages sites electrónicos de la isla. Es la única recompensa que le solicito a cambio de estas valiosísimas infos.

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Aunque parezca el sacrificio de Isaac, es el monumento al jesuita invasor -o bautizador compulsivo-

Rendido ante Su Majestad, se despide arrodillado ante su celestial imagen este suyo s.s.q.b.s.m.

NB.- En España, el erudito oficial sobre Guam dice ser Rafael Rodríguez-Ponga Salamanca, portador de cilicios como acólito que es del Opus Dei, diputado cunero por Cáceres gracias a ser hijo de una latifundista con posesiones en esa provincia y hermano de Estanislao, secretario de Hacienda en el gobierno de Aznar y profusamente imputado por varios delitos de corrupción. Por puro enchufe del neofranquista Partido Popular en el que milita, Ponga funge de Secretario del Instituto Cervantes y de presidente de la minúscula Asociación Española de Estudios del Pacífico, asociación de la que fui miembro fundador pero de la que fui expulsado por Ponga & Co. merced a una conspiración que incluyó presionar a un banco para que ¡no aceptara el pago de mi cuota! Ponga ha firmado –no puedo decir escrito– sobre el idioma chamorro sin que ninguno de sus trabajitos añada nada nuevo a lo que ya escribieron los misioneros. Además, si hemos de creerle, pareciera que México no pinta nada en Guam cuando la influencia de los aherrojados mexicas es más evidente que la de los contados españoles que sojuzgaron a los Chamorro. Con semejante curriculum, comprenderán que no haya necesitado citarle.

 

 

 

3 comentarios

  1. El jueves, 17 de agosto de 2017, juancarlos saralegui escribió:

    > estupendo don Perez. Leido por la mañana y con cafe calentito aun mejor. > > buen dia tengas >

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